HOUSE OF CARDS
La política, un asunto matrimonial
Vuelven los “Macbeth del Sur”: Claire y Frank Underwood para una nueva temporada.
FABIÁN MURO30 may 2017
Hoy llega a Netflix la quinta temporada de las andanzas del matrimonio presidencial de Claire (Robin Wright) y Frank Underwood (Kevin Spacey): 13 nuevos capítulos para consumir compulsivamente, de un tirón si el tiempo lo permite.
Como el tiempo es el mayor tirano de todos, son pocos los que pueden dedicarle aproximadamente 10 horas de corrido (cada episodio dura en promedio 50 minutos) a mirar una serie.
Hacer de comer, limpiar la casa, hacer las compras, cuidar de hijos y trabajar para ganarse el sustento suelen ser obstáculos insalvables para el "binge watching". No es lo que parece si uno consume redes sociales. Ahí da la impresión que "todo el mundo" está mirando House of Cards. Nada que ver.
Pero la serie —que inauguró la costumbre de mirar toda una temporada de un saque— es de las que más se habla y comenta.
Si Game of Thrones y The Walking Dead son los grandes tanques que arrasan con todo a su paso, House of Cards es una muy buena división de infantería.
Más allá de analogías militaristas —y aunque la serie no acumule los mismos números que la fantasía medieval y los zombies— House of Cards cobra un particular interés (y morbo) porque lo que para algunos era una pesadilla ficticia, hoy tendría visos más concretos.
Como ya se ha bromeado: actualmente, La Casa Blanca (la real) es como House of Cards pero hecha con el elenco de la disparatada comedia Veep, que va por su sexta temporada y también está ambientada en la alta política de Estados Unidos.
Underwood se sentiría muy insultado por la comparación con Donald Trump. El personaje interpretado por Spacey es casi la perfecta imagen opuesta a los lugares comunes sobre Trump: frío, paciente, afecto al pensamiento estratégico y mucho más interesado en el poder mismo que en el dinero, algo que deja muy claro ya en la primera temporada. Ahí, dice algo así como "El dinero es esa casa carísima con muebles de diseño que a los pocos años está resquebrajándose. El poder es esa mansión de piedra que permanece inalterada año tras año". Y más allá de algunas fotos hot, no parece haber personalidades más dispares que Claire Underwood y Melania Trump.
Sea como sea, la quinta temporada arranca luego de que la serie ubicara a la Primera Dama en un lugar de relevancia política que una esposa presidencial nunca ha tenido, hasta ahora, en la vida real. Cuando termina la cuarta temporada, Claire Underwood ha ascendido a una posición que, más allá de la formalidad institucional, lleva consigo una considerable y concreta influencia sobre los asuntos políticos. Claire es, ya, una "policy maker".
Lo que se viene intriga, no solo por punto narrativo al que ha llegado la serie, sino también porque esta es la primera tanda de episodios sin Beau Willimon como "showrunner" y guionista principal de House of Cards.
Willimon, con experiencia como asesor de varios políticos de su país (Charles Schumer, Bill Bradley, Howard Dean y Hillary Clinton), fue junto al director David Fincher y Kevin Spacey, uno de los principales responsables del impacto de House Of Cards. Ahora, los guionistas de cabecera de la serie son Melissa James Gibson y Frank Pugliese, que han estado en el equipo de escritores desde la tercera temporada.
¿Qué es lo que se viene? Pocos saben. Y los que sí saben, como el crítico de cine y televisión Matt Zoller Seitz, no dicen mucho. En un artículo publicado por Vulture, Zoller Seitz —quien pudo ver toda la nueva temporada por adelantado— no revela ningún "spoiler", pero asevera que esta quinta visita al mundo de Frank y Claire es "un disparate, pero en el buen sentido". "La serie, en su arranque, encuentra a los Macbeths del Sur sudando en una ajustada campaña electoral contra el Republicano Will Conway (Joel Kinnaman) (…) El país está al borde de una segunda Guerra contra el Terror (…) y a nadie le va a sorprender que Frank intenta sacar ventaja del pánico xenófobo para convertirlo en un patriótico baño de sangre."
Zoller Seitz concluye su balance de la quinta temporada sin lamentos por la ausencia de Willimon en el timón narrativo: "No estoy diciendo que House of Cards de repente se haya convertido en Gran Arte Popular. Solo que siempre fue una serie divertida de ver, y que en su quinta temporada es tan adictiva —y se conoce tan bien a sí misma y a su público— que ya no puedo referirme a ella como un placer culposo. Es una araña plenamente realizada, que entiende por primera vez que puede colgar del techo boca abajo y se deleita con el cambio de perspectiva: tantos hombros sobre los que caer, tan poco tiempo".
Si este balance transmite fielmente el alcance y el nivel de la nueva temporada, es probable que algunos de nosotros anden con ojeras y bostezando durante algunos días, mientras intentamos ponernos al día con las responsabilidades del mundo real.
Frank, el severo padre de toda una nación.
“El pueblo estadounidense no sabe lo que es lo mejor para él. Yo sí. Yo sé exactamente lo que necesita. Son como unos niños, Claire. Tenemos que agarrarlos de sus pequeños dedos, y limpiarles sus sucias bocas. Enseñarles la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal. Decirles lo que tienen que pensar y sentir, y lo que deben desear. Necesitan que se los ayude hasta para crear sus sueños más delirantes y construir sus peores miedos. Pero por fortuna para ellos, me tienen a mí. Y te tienen a tí”. Del monólogo de Frank Underwood para el trailer de la nueva temporada.
MAQUIAVELOS DEL SIGLO XXI - PARA "BINGE WATCHERS" - INTRIGAS REPUBLICANAS.
Algunas cosas a tener en cuenta antes de sumergirse en el mundo de los Underwood y sus complots.
Horas de televisión.
A quienes nunca han visto la serie antes y les interesa ponerse al día, tal vez les interese saber que alguien ya ha calculado cuánto tiempo se necesita para ver todas las cuatro temporadas anteriores de House of Cards. De acuerdo al sitio web Binge Clock, ver toda la serie de principio y hasta el último capítulo de la cuarta temporada de corrido, insumiría en total lo que duran dos días y cuatro horas.
La reina de estados unidos.
Según quienes ya han visto la temporada, el personaje de Claire Underwood será aún más relevante. "A esta altura, no es sorpresa que Wright está fenomenal en su papel. Su presencia en la pantalla es prácticamente capaz de apagar las velas en una habitación. Es el trayecto de Claire que se afianza en una temporada en la cual personajes secundarios son tratados de una manera algo decepcionante" (Jacob Stolworthy).
¿Cae el telón?
No está confirmado, pero algunos rumores dicen que ésta podría ser la temporada final, principalmente por la partida de Beau Willimon. Pero otros señalan que tanto James Gibson como Pugliese son capaces de llevar la serie a nuevas alturas. Pugliese, señalan, tiene un premio de la Asociación de Guionistas por sus historias para Homicide, mientras que James Gibson fue nominada para esos premios por su trabajo para The Americans.
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